Balance del "Polilla" en Peñarol 2012-2013

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La parcialidad exige, siempre hay que ganar para conformar y es necesario jugar bien, pero por sobre todo, conquistar los torneos y ocupar las primeras posiciones en todas las competencias.

Jorge "Polilla" Da Silva conoce muy bien los requisitos que debe satisfacer. Desde sus tiempos de futbolista convivió con desafíos basados en el éxito deportivo y, como entrenador, ha resuelto bien las presiones características de un club como Peñarol.

En febrero de 2012 el entrenador llegó al club aurinegro con el Campeonato Clausura ya iniciado y su nuevo equipo en problemas por la pérdida de los primeros puntos en disputa. Peñarol no logró descontar y perdió ese torneo, pero el cuerpo técnico de Da Silva permaneció en funciones y tuvo la oportunidad de armar su propio plantel para el Apertura correspondiente al Campeonato Uruguayo 2012-2013.

Así, el sistema de juego ofensivo, característico de otros conjuntos dirigidos por Da Silva, también caracterizó a Peñarol. El club conquistó el primer torneo corto que afrontó desde el inicio y actualmente juega con solidez. La base está en una defensa firme, un mediocampo batallador y una delantera efectiva. Todo eso parece suficiente para jugar con éxito en el medio local y Peñarol ha dado muestras de ello.

Bologna en el arco es la decisión que más cuestiona la parcialidad, debido a errores demasiado frecuentes del golero que, no obstante, ha mejorado su nivel en los últimos encuentros.

La línea defensiva, con cuatro jugadores, generalmente es constituida por Aureliano Torres, Darío Rodríguez (ahora lesionado es sustituido por Macaluso), Carlos Vadez y Alejandro González.

En el mediocampo es notoria la impronta del entrenador, que prefiere jugadores ofensivos por el sector derecho. De allí el ingreso de Fabián Estoyanoff en zona de volantes, generalmente acompañado por Sebastián Cristóforo, Marcel Novick y Sebastián Píriz. La virtud es la velocidad de Estoyanoff que se proyecta continuamente, pero el recurso se vuelve demasiado reiterado.

La ofensiva depende en demasía de la capacidad individual de Marcelo Zalayeta y Juan Manuel Olivera.

En definitiva, Peñarol juega bien, es previsible, pero mantiene una solidez que le permite mantener lugares de privilegio en el fútbol local, aunque para la competencia internacional no parece disponer de las variantes necesarias para ilusionarse.

Comentarios acerca de partidos recientes de Peñarol
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