lunes, 11 de julio de 2016

Los héroes sin marketing en Portugal


        Foto 1 (Eder). La afición.com  
Foto 2 (Eusebio) Taringa
Según veteranos, periodistas especializados y amantes de historias futboleras, el mejor jugador que alguna vez vistió la camiseta de la selección de Portugal se llamó Eusébio da Silva Ferreira. En la final de la Eurocopa 2016, tal vez con esa energía que trasciende los tiempos, su espíritu haya impulsado a un joven tan desconocido como lo era él en sus comienzos, también llegado de un lugar de África para emocionar a los lusos: Édercito António Macedo Lopes. El marketing dirá que Ronaldo fue el artífice de esta conquista y el mejor futbolista de Portugal en la historia. Sin embargo, estas líneas permiten pensar otras cosas…

Minuto 24 en la final de la Eurocopa 2016. Ronaldo, la estrella, luchó por una pelota y recibió una infracción más, esta vez por parte del francés Payet. Nada hacía prever que tras solo unos minutos en cancha, el ídolo portugués se retirara de la final. Tampoco era fácil presagiar, una vez que no estaba, que su equipo podría ganar la copa que parecía de Francia. Pero como el fútbol siempre puede romper pronósticos, todo esto ocurrió.

El partido sucedió con normalidad, hasta que en el minuto 78 se produjo un ingreso que no llamaba la atención: un jugador desconocido para los seguidores de cualquier país y poco acreedor de confianza por parte de los portugueses, Édercito António Macedo Lopes ingresaba a correr por su equipo.

A los 109 minutos, ya en el segundo tiempo del alargue, el futbolista oriundo de Guinea arriesgó desde fuera del área con un zapatazo capaz de destrozar los prejuicios deportivos y sociales. Tantas veces los inmigrantes son maltratados, que una alegría tan inconmensurable como la que representó ese gol es justa para que se reconozcan sus aportes a las sociedades que los reciben. Portugal por primera vez es campeón de selecciones de Europa. Y
como en los tiempos de Eusebio, la sangre africana corrió por las venas de los festejos.

El recuerdo para Eusebio
Cuenta la historia que nació en el barrio Mafalala, de la ciudad Lourenco Marques (actualmente Maputo) en la África Oriental Portuguesa (hoy Mozambique), el 25 de enero de 1942. Era hijo de un hombre proveniente de Angola y una mujer mozambiqueña. Comenzó en el club Maxaquene, de su país natal, donde exhibió sus condiciones de goleador cuando aún era un adolescente.

Con 18 años, en 1960, fichó por el club Benfica de Lisboa, donde permaneció 15 temporadas y ganó 7 veces la Bota de Plata, premio al máximo goleador del fútbol profesional de Portugal. Ya nacionalizado como ciudadano de ese país, clasificó a la Copa del Mundo de 1966 y alcanzó allí el primer lugar en la tabla de goleadores, con 9 conquistas.

También ganó dos Copas de Clubes Campeones de Europa (Champions en 1961 y 1962) y dos Botas de Oro (1968 y 1973), premio al máximo goleador de clubes de ese continente.

Portugal nunca llegó tan lejos en una Copa del Mundo, tercero, eliminado en semifinales contra la selección de Inglaterra.

Lectura recomendada:
Crónica de Marca acerca de la final de la Eurocopa 2016

Los héroes sin marketing en Portugal


        Foto 1 (Eder). La afición.com  
Foto 2 (Eusebio) Taringa
Según veteranos, periodistas especializados y amantes de historias futboleras, el mejor jugador que alguna vez vistió la camiseta de la selección de Portugal se llamó Eusébio da Silva Ferreira. En la final de la Eurocopa 2016, tal vez con esa energía que trasciende los tiempos, su espíritu haya impulsado a un joven tan desconocido como lo era él en sus comienzos, también llegado de un lugar de África para emocionar a los lusos: Édercito António Macedo Lopes. El marketing dirá que Ronaldo fue el artífice de esta conquista y el mejor futbolista de Portugal en la historia. Sin embargo, estas líneas permiten pensar otras cosas…

Minuto 24 en la final de la Eurocopa 2016. Ronaldo, la estrella, luchó por una pelota y recibió una infracción más, esta vez por parte del francés Payet. Nada hacía prever que tras solo unos minutos en cancha, el ídolo portugués se retirara de la final. Tampoco era fácil presagiar, una vez que no estaba, que su equipo podría ganar la copa que parecía de Francia. Pero como el fútbol siempre puede romper pronósticos, todo esto ocurrió.

El partido sucedió con normalidad, hasta que en el minuto 78 se produjo un ingreso que no llamaba la atención: un jugador desconocido para los seguidores de cualquier país y poco acreedor de confianza por parte de los portugueses, Édercito António Macedo Lopes ingresaba a correr por su equipo.

A los 109 minutos, ya en el segundo tiempo del alargue, el futbolista oriundo de Guinea arriesgó desde fuera del área con un zapatazo capaz de destrozar los prejuicios deportivos y sociales. Tantas veces los inmigrantes son maltratados, que una alegría tan inconmensurable como la que representó ese gol es justa para que se reconozcan sus aportes a las sociedades que los reciben. Portugal por primera vez es campeón de selecciones de Europa. Y
como en los tiempos de Eusebio, la sangre africana corrió por las venas de los festejos.

El recuerdo para Eusebio
Cuenta la historia que nació en el barrio Mafalala, de la ciudad Lourenco Marques (actualmente Maputo) en la África Oriental Portuguesa (hoy Mozambique), el 25 de enero de 1942. Era hijo de un hombre proveniente de Angola y una mujer mozambiqueña. Comenzó en el club Maxaquene, de su país natal, donde exhibió sus condiciones de goleador cuando aún era un adolescente.

Con 18 años, en 1960, fichó por el club Benfica de Lisboa, donde permaneció 15 temporadas y ganó 7 veces la Bota de Plata, premio al máximo goleador del fútbol profesional de Portugal. Ya nacionalizado como ciudadano de ese país, clasificó a la Copa del Mundo de 1966 y alcanzó allí el primer lugar en la tabla de goleadores, con 9 conquistas.

También ganó dos Copas de Clubes Campeones de Europa (Champions en 1961 y 1962) y dos Botas de Oro (1968 y 1973), premio al máximo goleador de clubes de ese continente.

Portugal nunca llegó tan lejos en una Copa del Mundo, tercero, eliminado en semifinales contra la selección de Inglaterra.

domingo, 27 de marzo de 2016

San Jacinto: grandes aportes a los recientes éxitos del fútbol uruguayo

Matías Vecino y Alfonso Espino: Dos valores que enorgullecen a mi ciudad.

Hoy me desperté pensando en la magia del fútbol de este país y de mi querido pueblo. Recuerdo mis tiempos de escuela; mientras aprendíamos inglés con Dolly. En la vereda peloteaba un chiquito contra la pared o en el cordón de cemento; generalmente iba vestido de futbolista. Adivinen: ¿quién era?

En mis tiempos de liceal, las matemáticas casi me liquidaron; allá iba a remarla con el “Manso” (nunca mejor puesto un apodo, por su paciencia interminable con los que necesitábamos mil explicaciones). También entonces, otro niño jugaba en la acera de las viviendas. Adivinen: ¿quién era?

En los dos casos: pelota picando, paredes con algún otro gurí o simplemente dominio en solitario. Matías Vecino y Alfonso Espino ¡difícil pensar que se formaban futbolistas profesionales en esas calles entonces poco transitadas! Ya estábamos contentos con nuestros "rojos", jugadores de corazón; pero no lográbamos imaginar que el futuro de esos pibes nos iba a traer tantas alegrías.

Claro que aquellos pelotazos me resultaban más agradables que las clases; y hoy, de casualidad, termo y mate y redacciones para corregir en mi mesa, esos gurises me distraen de nuevo, porque la tele está encendida: Matías Vecino, de Celeste; Alfonso Espino, de Tricolor (me salteo las normas gramaticales porque esos colores se escriben con mayúsculas aunque no le guste a la Real Academia).

¡Muchas gracias muchachos! Nos están demostrando que siempre hay lugar para una nueva página de gloria. Como todos los sanjacinteños, siento con emoción la misma alegría al verlos saludar con sencillez en la avenida, que al apreciarlos defender de corazón a los equipos uruguayos. ¡Salud a ustedes y sus familias! Dejo para otro día al Nando Piñatares, otro grande, y vuelvo a mi trabajo por un rato, solo mientras dure el corte en Punto Penal.

viernes, 12 de febrero de 2016

Juan Martín Mugica: un gestor de abrazos



Juan Martín Mugica fue uno de esos futbolistas que no vi en la cancha, pero siento familiar por haber escuchado  
tantas glorias suyas en Nacional.

Lateral izquierdo de fortaleza inquebrantable y una pegada potente, las imágenes de sus corridas son exponente del milagro que representa la formación de un lateral izquierdo virtuoso en el fútbol uruguayo.

Era capaz de “marcar” en los dos sentidos sublimes del término dentro de una cancha: minimizar a los delanteros más habilidosos y anotar goles con fuerza de misil, de un valor eterno. 

Como técnico, en 1980 fue capaz de tomar a un Nacional en las cenizas y llevarlo al máximo sitial de su época: al Copa Intercontinental, con carisma y conocimiento del fútbol, así como de la gestión de grupos, ítem tantas veces olvidado cuando se pretende analizar las hazañas deportivas.

Con un sentimiento ambiguo, se fue de entre nosotros justo un 11 de febrero, día del aniversario de la consagración de 1980 en Tokyo. Los tricolores lo recordamos con mucho cariño, y los parciales todos, con gran reconocimiento. Comparto un gol mundialista anotado por él ante Israel, en 1970, cuando el cuarto puesto de la Celeste no fue tan valorado como merecía. Me pareció una linda forma de apreciar lo que, cuentan, era su esencia.

También recuerdo la curiosidad de que su nombre en todas las crónicas de aquellos años era “Mujica”, diferente al de las reseñas de su trayectoria escritas ahora, donde se lo menciona como “Mugica”. En cualquier caso, el agradecimiento es el mismo.

jueves, 26 de junio de 2014

Una ilusión murió por el frío desamparo de ser pobres


El goleador alimentará ilusiones futuras. (Foto: Gelty Images)
Hasta los más desinteresados por el fútbol en Uruguay, hoy sufren, comparten la mezcla de impotencia, bronca y dolor. ¿Será que Luis Suárez podía ser el mejor delantero del campeonato? ¿Podía llevarnos a la gloria? Las preguntas se cortan por la fría respuesta: ¡El mundial no está hecho para países pobres!

La misma tenacidad que le permitió al goleador superar una lesión precompetitiva lo sacó para siempre de este torneo. Ya no habrá conferencias ensañadas contra su persona, ni podremos ilusionarnos con el gol inesperado, porque la discriminación llegó al fútbol.

Una agresión suya fue castigada por los dioses de la eternidad con la dureza que merece el desatino de eliminar por sí solo a Inglaterra, empujar afuera a Italia o ser sustancial en cualquier partido legendario que este campeonato pueda ofrecer.

El veredicto dijo: “No hay margen para las dudas. Desafiar a los poderosos es la peor trampa, sin importar que se haya nacido en un pueblo ilusionado con el fútbol. ¿Cometió un error el fenomenal delantero? Sí, pero nunca más pasible de castigo que otros que acontecen cada partido, inclusive en Brasil 2014.

No puedo definir muy bien por qué, pero los mundiales todavía nos hacen soñar como niños cuando juega Uruguay. Algunas veces he pensado en lo que pasaría si se cumpliera el anhelo de ganar la copa y la respuesta es que nada sustancial cambiaría en la vida del país. Sin embargo, hoy estamos tristes, tenemos razón, pero los sentimientos no se razonan.

viernes, 30 de agosto de 2013

Ayer, futbolistas; hoy, entrenadores, ¿mañana?

Diego Alonso supo vestir la camiseta de los dos grandes, hoy dirige a Peñarol
En Uruguay es imprescindible haber sido futbolista para desempeñarse como director técnico de Primera División. Al menos, esa parece  ser la primera regla de oro que se aprecia si repasamos la cantidad de técnicos que debutaron en este Apertura 2013 y fueron futbolistas profesionales.

De un total de 16 entrenadores, todos fueron futbolistas. Al margen de los proyectos que puedan elaborar o las preferencias por esquemas tácticos más ofensivos o defensivos, parece claro que haber jugado al fútbol en este país es una acreditación importante para desempeñarse como entrenador.

A continuación, presentamos un cuadro con algunos datos acerca de la trayectoria como jugadores de quienes hoy dirigen a los equipos profesionales. Claro que todos dependen de la segunda regla de oro para los técnicos de este país: la seguridad en el puesto siempre es relativa.

Entrenador                       Equipo actual     Puesto en que jugaba     Primer club

Jacinto Rodríguez                   Cerro Largo      *                      Cerro Largo
Leonardo Ramos                    Danubio            defensa              Progreso
Rodolfo Arruabarrena                Nacional           defensa              Boca Juniors
Diego Alonso                         Peñarol            delantero           Bella Vista
Mario Saralegui                       Juventud        centrocampista     Peñarol
Rosario Martínez                       Racing           *                    Wanderers
Eduardo Favaro                       Liverpool          delantero            Nacional
Tabaré Silva                            Defensor        defensa              Defensor
Danilo Baltierra                             Cerro        defensa              Peñarol
Alfredo Arias                         Wanderers        delantero            Wanderers
Guillermo Almada                       River Plate        defensa         Defensor
Alejandro Apud                        Sud América    golero            Fénix
Raúl Moller                          Tanque Sisley         *                Defensor
Carlos Manta                 Miramar Misiones          golero         Cerro
Lorenzo Carrabs                          Fénix             golero         Nacional
Adolfo Barán Rentistas             Rentistas              delantero       Rentistas

lunes, 19 de agosto de 2013

Detalles para recordar del inicio del Apertura 2013

Cristian Techera, el más virtuoso del debut (Foto: Tenfield)
El querido fútbol uruguayo volvió para reencontrarse con sus fieles; también volvieron los problemas de siempre, las notorias inequidades y la capacidad de sorprender en cualquier cancha y en cualquier momento.

La primera fecha de sentimientos que afloraron con un clima ideal regaló resultados más o menos previsibles, a excepción del amplio triunfo que River Plate obtuvo frente a Peñarol (2-4). La habilidad de Cristian Techera exhibida con un golazo y un desborde con que desairó a los defensores rivales fue la mejor exposición de técnica. Esa virtud tan admirada, que por sí sola vale el espectáculo, merece el recuerdo en esta fecha.

Por lo demás, resultados que generarán opiniones especializadas en abundar sobre los problemas de Peñarol y la escasez de calidad ofensiva de Nacional —que triunfó 1-0 frente al defensivo Racing de Rosario Martínez—.

Otros recuerdos de la fecha pueden ser el debut de Ignacio González con la camiseta de Nacional y el de Guillermo De Amores en el arco de Liverpool. Ambos exitosos y determinantes en los triunfos por mínima ventaja de sus equipos. También fue destacable la actuación de Rodrigo Aguirre, joven goleador que concretó el tanto de la victoria del equipo de Belvedere. Como todos los sub 20 vicecampeones del Mundial de Turquía, es recomendable disfrutar cada minuto suyo en canchas uruguayas.

En el lado opuesto en lo que refiere a la función desempeñada, se destaca la vuelta al fútbol uruguayo del aguerrido volante de marca, Raúl "Tito" Ferro.

A continuación, los resultados de la fecha:

Fénix            1-2 El Tanque Sisley
Peñarol          2-4 River Plate
Cerro             3-1 Wanderers
Cerro Largo     0-0 Danubio
Liverpool         1-0 Defensor Sporting
Nacional         1-0 Racing
Juventud         0-1 Sud América
Rentistas         Miramar Misiones (partido pendiente)

Lectura recomendada:
Resumen de la fecha (Montevideo Portal)